Chesterton, G.

Esta es una de las más populares novelas policiales del siglo XX, pese a que su tejido no se basa en los delitos tradicionales del género. Se trata de una lucha metafísica heterodoxa donde el lector, cuando lo nota, está apoyando a los villanos, mucho más atrevidos y divertidos. 

Esta novela es un ejemplo de preferencias e intereses de Chesterton, un narrador poco ortodoxo y ameno que es al mismo tiempo filósofo, pensador y detective ocasional, además de uno de los más altos exponentes del sentido del humor británico.

En El Hombre que fue Jueves, perseguidor y perseguido cobran una significación especial revestidos por el ropaje, literario de uno de los grandes escritores ingleses del siglo.